La superficie que queda después de terminar de laminar el kayak muestra el relieve del tejido de la fibra de vidrio.
Esto puede ser interesante para el interior del kayak, porque hace que sea menos resbaladizo, pero no es admisible para el exterior.
El exterior debe de ser suave para que deslice mejor en el agua y sea más rápido. Además de que estéticamente es más adecuado.
Para solucionar esto, hay que dar una o dos manos más de epoxi para rellenar los huecos que quedan en el tejido.
Como siempre que se aplica sobre una capa de epoxi ya curada, antes hay que lijar suavemente para promover la adherencia, aunque es mejor no tener que hacer esto.
Para ahorrar sesiones de lijado intermedias, el proceso es el siguiente:
- Se lamina con fibra de vidrio, retirando el exceso de resina como según el proceso que ya sabemos.
- Se espera a que la resina empiece a curar, y cuando deja de «mojar» y empieza a estar muy pegajosa (esto puede tardar entre una y varias horas dependiendo del tipo de resina y la temperatura ambiente), se aplican otra mano de resina con una paletina como si fuese barniz.
- Se después e esta capa extra, todavía se ve el relieve de la tela hay que esperar a que la resina esté lo suficiente mente dura como para lijar para ir quitando el relieve que ha dejado la brocha. Para esto es conveniente usar una lijadora electrica con lija de grano 120.
- Es muy importante que no se lije a través de la tela, si se viera que se está alcanzando la tela y la superficie todavía no está lo bastante lisa, habría que aplicar otra mano de epoxi y lijar de nuevo.
Cuando estemos satisfechos con el nivel de acabado, es el momento de aplicar un barniz de automoción de dos componentes.
Este barniz se aplica con pistola, operación que se puede confiar a un taller de lacado de muebles o a un taller de pintura de coches.
También se pueden emplear otros barnices para usar con brocha pero el acabado es sensiblemente inferior y la resistencia al desgaste también.