Esta brazola se construye apilando cuatro capas de contrachapado de 4 mm para formar el cuello, y un más ancha que forma el labio.
Para alinear correctamente las capas, se hace un taladro muy fino por el que se pasa un clavo fino.
Se pegan las cuatro capas que forman el cuello de la brazola, y cuando están bien sujetas con pinzas y sargentos, se retiran los clavos, antes de que seque el pegamento.
Se hace una media caña con pasta de epoxi y se lamina toda la cubierta.
Se pega el labio de la brazola, y con un útil hecho de madera, con la medida del alto del cuello, se empasta con epoxi el interior, rehaciendo la media chaña. Sin esperar a que endurezca la pasta, se lamina el interior del cuello.
Esta operación es delicada, y hay que hacerla aplicando trozos de tela de 10 o 15 cm de ancho, quedarán algunos relieves que luego habrá que arreglar con lija.
Para suavizar el contorno de la muslera se puede usar pasta de epoxi con micro esferas.
Se redondea todo el interior.
Para laminar el exterior, se puede optar por dejar la madera a la vista o como se ha hecho en este caso, se tinta el epoxi para tener una brazola de color.
Se aplican 5 o 6 capas de tela de 100gr, lo que luego nos permitirá tener margen para lijar lo suficiente para dejar una superficie muy suave. Además es importante que la brazola quede muy sólida, porque se somete a mucho maltrato.
Como queda una capa gruesa de laminado, para cortar es exceso es mejor esperar a que endurezca y usar un disco de corte de carburo con una herramienta rotativa.
Se lija empezando con grano 80 y acabando con 180, después solo será necesario barnizar, sin pintar, porque se ha utilizado epoxi tintado.